DeusExMachina

El teatro nace de una necesidad, una pulsión, un impulso. En su camino encuentra a lxs actores y su experimentación los envuelve y los abarca, se abre rumbo, se ensancha en todas las direcciones y agrega utileros, asistentes de dirección, iluminadores, técnicos, tramoyistas, productores, vestuaristas, maquillistas. Un sin fin de seres compartiendo su recorrido. Envueltos todos en su vorágine avanzan con valentía y temor, con brío y osadía hasta desembocar finalmente en el público.

 

El teatro sucede con el otro, siempre. La mirada de un otro lo profundiza y tridimensiona, da valor al proceso de búsqueda y lo carga de un nuevo sentido.  El Espantapájaros (EEP) sugiere una reflexión alrededor de la libertad y el otro. Como en EEP, el teatro se descubre en el quehacer compartido con el otro como una cosa viva que se elige a partir del ejercicio concreto de la libertad, pero ¿qué es la libertad? ¿Somos libres si podemos elegir entre diferentes opciones pero no tenemos la opción de no elegir?

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En esta familia teatral consideramos que el ejercicio de la libertad es indispensable y en función del oficio que construimos y llevamos adelante creemos que el teatro debe ser accesible a todas las personas, El teatro tiene que ser una opción. Este es el pensamiento filosófico que dio cimiento a “El Espantapájaros”  y es el mismo que nos empuja y nos obliga a hacer coincidir nuestro pensamiento con nuestra acción. Una ideología se materializa siempre a través del hecho. La empresa concreta en la que nos embarcamos es la de llevar el teatro desde las grandes salas hasta los espacios más pequeños y aún más, escarbar hasta llegar incluso a aquellos sitios a los que el teatro no accede. En otras palabras democratizarlo. Volver a su origen.

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La propuesta escénica muestra al espectador un artefacto montado a base de andamios, arneses, poleas y marionetas que evidencian el mecanismo de la construcción teatral y proponen su correspondencia con la vida, seres que manejan algunas fuerzas y son manejados por otras. Algunas que comprenden. Otras que no. EEP propone una mirada sobre las estructuras, no solo como órdenes impuestos para un fin determinado, sino como un marco en el que se puede transformar todo aquello que consideramos preestablecido.

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